He tenido la oportunidad de hablar con personas que han sido recién robadas, recién atracadas, personas que han sufrido un robo en casa o atracadas en la calle, todos tienen un punto en común, todos coinciden en algo, todos te dicen, “independientemente del daño material que te causan con lo que te roban, lo peor es el sentimiento de impotencia, de frustración que te queda”, este no se va, no se restituye aunque recuperes lo robado, la sensación de indefensión que se aloja en ti cuando ves tu casa desvalijada, el miedo a que vuelva a suceder, las pesadillas en los niños….. eso, eso es bastante peor que lo que pierdes al ser robado.
Lo material se puede restituir, se puede recuperar, el mismo seguro de hogar se puede hacer cargo de lo robado, pero ¿quien restituye la impotencia sufrida? ¿quien el sentimiento de indefensión? ¿quien el desasosiego por temer que vuelva a ocurrir? Yo os lo digo, Nadie.
Mateu Lahoz se llevó mas de tres puntos del Ramón Sánchez Pizjuán, se llevó lo poco que nos queda de confianza los que tenemos una edad, nos dejó sensación de indefensión, sumidos en la impotencia, nos dejó con una frustración que por mucho que nos pase no nos acostumbramos a ella.
No son los tres puntos, que tambien, es el daño que nos hizo, a nosotros, y…a ver, ¿como les explicasteis a vuestros hijos lo que pasó? ¿que contestasteis cuando os preguntaron el motivo de la no expulsión a busquet? O ¿porque no pitó la mano de Thiago? O¿ por el motivo de expulsión a Medel cuando en las imágenes se ve claramente que no tenía razón en ninguna de ellas para señalar lo que señaló?
Mateu, de un golpe te has llevado mucha inocencia, has dejado mucho temor y mucha rabia y has roto la poca confianza que se pudiera tener en el colectivo arbitral. Has marcado el camino de la ausencia de respeto que el niño Sevillista de hoy, tendrá por los árbitros mañana. Has hecho muchísimo mas daño que los simples tres puntos no conseguidos.
