El respeto es algo que hay que ganarse poco a poco, a menos que seas multimillonario y la gente te haga la pelota, que tampoco es respeto, osea, que hay que ganárselo poco a poco, con actitud, con personalidad y con una constancia en tu comportamiento; tuyo si es el respeto personal el que pretendes o de todos tus compañeros si es el de tu colectivo el que deseas ganar.
Nada se regala, nada es gratis, del mismo modo que no se consigue generar odio y desprecio entre la inmensa mayoría porque sí, por gusto, por generación espontánea, igual, del mismo modo, no se consigue cambiar esos sentimientos, menos aún ahondando en las actitudes que te generaron la animadversión generalizada.
Si en las encuestas sociológicas incluyeran al colectivo arbitral, cosa que no dudo que hagan viendo el bajísimo nivel que obtienen los políticos, veríamos como hay algo que une a toda España mas que la bandera, que la constitución, e incluso mas que la selección, los árbitros de fútbol.
Huyo del dicho ya manido que dice que los árbitros españoles son malos, de ninguna manera son malos, son buenos, tan buenos que hacen exactamente lo que quieren, pitan lo que quieren, no lo duden, exactamente lo que quieren pitar, con poquísimas excepciones en las que cualquier humano se puede equivocar. Son muy buenos.
Muy buenos y muy chulos, son estrellitas, son como Belén Esteban versión fútbol, pretenden ser estrellas en un mundo que no es el de ellos, ay Mateu Esteban, o era Belén Lahoz?, estrellitas que siguen consignas y que las cumplen.
Hasta ahí todo correcto, tu haces tu trabajo, cumples lo que te mandan y cobras, y bien, por ello, todo dentro de un orden, hay trabajos mas valorados que otros y este no lo es,
Pero el conflicto, lo que no entiendo, lo que no me entra en la cabeza es que pidan respeto, respeto, ellos, ellos que juegan con el esfuerzo, con el dinero, con la pasión, con la entrega, con la ilusión, que pidan respeto ellos, ellos, ellos que se rigen única y exclusivamente por su cartera, por su interés sectario (porque son una secta), ¿ellos van a pedir respeto?
Creéis que el niño que vio hoy la mano que precede al gol, ese, esos niños que vieron como el arbitro también la veía y dejaba continuar la jugada que terminó en gol contra su equipo, esos que vieron los espectáculos que ha ofrecido Matehu Esteban, o Belén Lahoz cada vez que ha pisado el Sánchez Pizjuán, aquellos niños que vieron el pasado viernes el penalti que nos pitaron en contra, la expulsión de Medel aquel día y hoy la condescendencia con Diego Costa, ¿ de verdad creeis que es posible que esos niños el día de mañana respeten al colectivo arbitral?
En este momento es cuando me callo para no rebajarme al nivel de, por ejemplo, un arbitro, no importa cual, uno elegido al azar de entre los que componen el colectivo arbitral en España.
