No se puede estar más indolente sobre un campo de fútbol, no se puede ser más apático, no se puede tener menos capacidad de reacción, no se puede defraudar más a una afición a no ser que se compare con otros partidos del mismo equipo. Da igual los jugadores que formaran la alineación de este equipo en una u otra ocasión.
La degeneración de ese equipo campeón está tocando fondo, está llegando a su fin. Si se pensaba que la transición entre un equipo campeón y la formación de un nuevo equipo competitivo se iba a lograr sin bajar el listón de la participación en competiciones Europeas, y en algún caso como el año pasado, volver a levantar un título, desde esta pretemporada o inicio de la misma, con los partidos de previa de Champions y final de Supercopa, se van desvaneciendo estas ilusiones.
Cierto es que hacer la transición de un equipo triunfador como el que ha disfrutado el Sevilla a otro igual de competitivo, pasa factura en todos los clubes que lo padecen, y que está solo al alcance de muy pocos (Madrid y Barcelona) no bajar el listón de permanecer en la cabecera de la clasificación y estar en la lucha por algún título.
Eso es una cosa y la imagen que viene demostrando el Sevilla es otra. Falta ambición, competitividad, agresividad, intensidad, ganas, y espíritu, falta el espíritu de querer ganar, el salir a ganar. Es cierto que los jugadores que han venido a sustituir a aquellos que se fueron no han estado a su nivel, pero me niego a creer que tengan el nivel que están demostrando.
Este verano tras otro lamentable espectáculo en el Sánchez Pizjuán, escribí que echaba de menos a Joaquín Caparrós, a su “paso a paso”, a ese salir a morir en cada partido, a ese salir al campo con la clara idea y mentalidad de que para que “tu” me ganaras tenias que hacer eso, ganarme y superarme en cada rincón del terreno de juego y que me tenias que dejar muerto, por que si me dejabas con un hálito de vida, resurgía mientras que hubiera tiempo.
Lejos, lejísimos queda esa actitud en los jugadores. ¿Solución? La desconozco, pero si es cierto que se hace necesario encontrarla, no se puede estar más tiempo de esta forma. Quizá la solución se encuentre antes si se sabe la causa que ha llevado a esta situación, a esta apatía generalizada tanto en jugadores como en la dirección.
Ah, el Getafe ayer se pudo llevar tres o cuatro goles, es de los equipos mas endebles (junto con el Sevilla) en el aspecto defensivo, aún estando el Sevilla como hemos escrito arriba, se llegaba con claridad a su portería en casi cada ataque o intento del mismo, cosa que agrava aún mas la derrota de ayer.